El dejarnos llevar por un momento de pasión desenfrenada, nos puede llevar a una catástrofe en nuestra vida.
Muchas personas en el mundo se dejan llevar por estos arrebatamientos de pasión loca, por soledad, venganza, o por la rutina. Pero déjame decirte eso no es amor y solo te llevará a confundirte más.
La pasión es un juego peligroso y que no dura mucho tiempo, con secuelas de arrepentimiento, dolor y pérdida del ser amado cuando habido infidelidad.
Veamos un ejemploUna pareja estable y feliz. Es cierto que perfecta matrimonio no hay, pero si algunos mejores que otros. Ocurre en la mujer que cuando lo posee todo lo materia llega a fastidiarse, y lo que ella busca es amor, tiempo, pasión.
Cabe la posibilidad que a la mujer que no se le suples estas necesidades, ella busque una aventura, pasión, por que será solo eso pasión. Pero al final puede quedar sola por saciar sus instintos sexuales, y lo que parecía estable ahora sea roto por querer tener todo en la vida, un momento de pasión se lo ha llevado todo lo que se posee.
El querer tener todo en la vida no es posible y quien diga que tiene todo es mentiroso, siempre habrá una necesidad por cubrir, al igual hay muchas cosas que sobran si por tu mente ha pasado algo así, es mejor que lo reflexiones después ya no hay vuelta atrás.
El ser la amante nunca ha sido agradable, solo será la otra, porque lo verdadero esta en el hogar “mi esposa es la catedral y las otras son capillas”. Y no es bueno ser capillita.
Los amantes lo único que ven son la pasión, lo agradable y lindo de la persona, solo se vive la aventura el placer, y hay mucha diferencia en cómo vive la aventura la mujer a el hombre. La mujer se involucra sentimentalmente y el hombre es atracción sexual.
Cuando se es amante
Si por alguna coincidencia alguien es amante debes pensar a que te lleva esa relación, realmente es de provecho y lo más triste saber que jamás será tuyo (a) que solo es un momento de pasión.
Después de hacerte el amor (él más bien diría “tener sexo”) por no decirlo más cruel volverá con su mujer, a su hogar donde se siente seguro.
Amiga en nuestro foro hemos escuchado casos de hombres como de mujeres como terminan su matrimonio por una aventura sexual, o porque se convirtió en amor , o en una ilusión que se marchito con el tiempo.
Amiga te pregunto con respeto ¿Vale la pena dejar todo sólo por una pasión? Pienso que no si falta algo en tu relación dialógalo, busca formas de revivir la chispa del amor o la sexualidad, recuerda que si hay hijos de por medio terminaran dañados, y ellos no tienen culpa de sus actos.
Reflexiona antes de dar un paso en falso protege lo que es tuyo, realmente tuyo los pensamientos son traicioneros, además la amante nunca gana pierde, y recuerda si lo hizo contigo quien más lo hará.
No rompas tu dignidad tus valores, perderás el respeto de tus hijos y no volverán a creer en ti tal vez te sientes sola, mal desatendida por tu pareja, pero a la larga si piensas bien te alegraras de no haber caído.
Y si realmente crees que no es posible lo mejor es separarte y entonces iniciar pero con dignidad y con el respeto de los tuyos.
Muchas personas en el mundo se dejan llevar por estos arrebatamientos de pasión loca, por soledad, venganza, o por la rutina. Pero déjame decirte eso no es amor y solo te llevará a confundirte más.
La pasión es un juego peligroso y que no dura mucho tiempo, con secuelas de arrepentimiento, dolor y pérdida del ser amado cuando habido infidelidad.
Veamos un ejemploUna pareja estable y feliz. Es cierto que perfecta matrimonio no hay, pero si algunos mejores que otros. Ocurre en la mujer que cuando lo posee todo lo materia llega a fastidiarse, y lo que ella busca es amor, tiempo, pasión.
Cabe la posibilidad que a la mujer que no se le suples estas necesidades, ella busque una aventura, pasión, por que será solo eso pasión. Pero al final puede quedar sola por saciar sus instintos sexuales, y lo que parecía estable ahora sea roto por querer tener todo en la vida, un momento de pasión se lo ha llevado todo lo que se posee.
El querer tener todo en la vida no es posible y quien diga que tiene todo es mentiroso, siempre habrá una necesidad por cubrir, al igual hay muchas cosas que sobran si por tu mente ha pasado algo así, es mejor que lo reflexiones después ya no hay vuelta atrás.
El ser la amante nunca ha sido agradable, solo será la otra, porque lo verdadero esta en el hogar “mi esposa es la catedral y las otras son capillas”. Y no es bueno ser capillita.
Los amantes lo único que ven son la pasión, lo agradable y lindo de la persona, solo se vive la aventura el placer, y hay mucha diferencia en cómo vive la aventura la mujer a el hombre. La mujer se involucra sentimentalmente y el hombre es atracción sexual.
Cuando se es amante
Si por alguna coincidencia alguien es amante debes pensar a que te lleva esa relación, realmente es de provecho y lo más triste saber que jamás será tuyo (a) que solo es un momento de pasión.
Después de hacerte el amor (él más bien diría “tener sexo”) por no decirlo más cruel volverá con su mujer, a su hogar donde se siente seguro.
Amiga en nuestro foro hemos escuchado casos de hombres como de mujeres como terminan su matrimonio por una aventura sexual, o porque se convirtió en amor , o en una ilusión que se marchito con el tiempo.
Amiga te pregunto con respeto ¿Vale la pena dejar todo sólo por una pasión? Pienso que no si falta algo en tu relación dialógalo, busca formas de revivir la chispa del amor o la sexualidad, recuerda que si hay hijos de por medio terminaran dañados, y ellos no tienen culpa de sus actos.
Reflexiona antes de dar un paso en falso protege lo que es tuyo, realmente tuyo los pensamientos son traicioneros, además la amante nunca gana pierde, y recuerda si lo hizo contigo quien más lo hará.
No rompas tu dignidad tus valores, perderás el respeto de tus hijos y no volverán a creer en ti tal vez te sientes sola, mal desatendida por tu pareja, pero a la larga si piensas bien te alegraras de no haber caído.
Y si realmente crees que no es posible lo mejor es separarte y entonces iniciar pero con dignidad y con el respeto de los tuyos.
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