Algunas veces la mujer siente que ser madre es cumplir, una seria de obligaciones y un conjunto de normas susceptibles de integrar una lista de cosas que deben hacerse o evitarse, de lograr buenos cuidados para la sociedad.
Hay un dios en lo alto y la luz y gloría ilumina a la madre fiel que procura educar a sus hijos.
En momento de peligro para un hijo es donde una verdadera madre se deja ver, la verdad una madre tiene un amor único para nosotros los hijos, ellas están dispuestas a todo por amor a nosotros cosa que muchas veces no vemos y si lo vemos no le damos importancia.
Definitivamente una madre no puede ver sufrir a su hijo, es como sufrir por sí misma y es porque Dios ha dotado a las madres con un amor que se asemeja el amor de dios, claro el amor de Dios sobrepasa todo entendimiento, pero personalmente pienso que el amor de una madre, es el que se asemeja al amor de dios.
Una madre esta dispuestas a quitarse un bocado de la boca para dárselo a su hijo.
Una madre está dispuesta a cubrir a su hijo del frio, aun cuando ella se esté muriendo de frio.
Una madre siempre está dispuesta a todo incluso a dar su vida por su hijo.
Así son las mamas tan especiales, todos tenemos que contar de nuestras madres, lastimosamente muchos de nosotros no nos damos cuenta que es un mandamiento con promesa honrar a nuestras madres.
Amados amigos, si bien es cierto hay un día específico para celebrar a nuestras madres, pero nosotros tenemos que honrar a nuestras madres cada día de nuestra existencia, puesto que de esta manera a dios le agrada y estamos haciendo la voluntad de dios.
Las madres son un regalo de Dios, amémoslas, comprendámoslas, valorémosla y bendigámosla y sobre todo aprendamos a disfrutar de su amor incomparable.
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